jueves, 2 de abril de 2015

Entrada de las tropas de regulares en Castellón en el 38

Entrada de las tropas de regulares del ejército nacional. Entraron en Castellón por la avenida de Lledó hasta la plaza maría Agustina.
Jamás de los jamases vimos soldados y gentes tan extrañas. El Renato nos contaba que "los moros" comían niños todos los días.
- Podrían comer señoras culonas que tienen más carne, estamos tan flacos que no podríamos saciar el hambre de nadie. Pasados los años, la verdad es que nunca se supo que ningún niño fuese comido.

viernes, 16 de enero de 2015

Avenida Rey don Jaime 1938-2010.

Se pueden ver las torres de respiración del refugio que estaba en ese lugar y al fondo la estatua de Jaime I. Fueron tiempos terrible para Castellón y para España que deseamos que no se repitan jamás.
LA MEMORIA DE LOS TOPOS la novela que te cuenta la verdad de las gentes sencillas.

martes, 13 de enero de 2015

Calle Mayor de Castellón (1936-actualidad)

La calle mayor de Castellón parecía un campo de topos con sus montículos de tierra, sobrante de la construcción de los refugios en los que nos teníamos que esconder cuando venían los aviones a bombardearnos. Cuando no sonaban las sirenas mis amigos y yo mismo jugábamos en ellos, excavábamos con las manos túneles infinitos e introducíamos ranas o lagartijas en ellos. Después aullábamos imitando las sirenas antiaéreas. Jugábamos a los topos.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Feliz Navidad queridos lectores.

A todos aquellos que son capaces de amar sin mentir. A los sinceros. 
A los que comparten sin mezquindad. A los generosos. 
A quienes no tienen prejuicios ni causan dolor. A los altruistas. 
A quienes respetan a todos los seres humanos. A los bondadosos. 
A los que protegen a los animales y cuidan del planeta. A los entregados. 
A quienes anteponen la amistad a cualquier ambición bastarda. A los amigos.
A todos aquellos que trabajan por la paz. A los topos.

A todos, 
BIENVENIDOS a mi vida.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Dibujo del cuento de la hermana de la Fernanda

Corrimos a preguntar a la señora Fernanda si sabía algo de espectros.
—Fernanda...¿Usted conoce algún fantasma?
La mujer dejó a un lado la colcha de ganchillo que estaba tejiendo y nos contó:
Una vez, hace muchos años, conocí uno pero no sabíamos que no era un vivo hasta mucho después.
Mi hermana la Adela, que siempre había sido la más fea de la familia, se ocupaba de limpiar la capilla del cementerio. Vivíamos en un pueblo muy pequeño y el campo santo también lo era, entonces las familias se hacían enterrar todas juntas en panteones por eso ocupaban menos sitio en el cementerio.
Como iba diciendo la Adela cruzaba por el cementerio todos los días hasta la capilla cuando observó que una de las tumbas solitarias estaba muy sucia, las arañas la habían ocupado por completo y el polvo de los siglos cubría hasta la foto y el nombre del difunto.......